FECASPRI organiza exitosa capacitación para solidaristas

 

FECASPRI organiza exitosa capacitación para solidaristas

 

Como parte del plan de trabajo de la Federación Costarricense de Asociaciones Solidaristas, FECASPRI, se realizó la charla sobre responsabilidades de los miembros de juntas directivas, impartida por el asesor solidarista licenciado Alejandro Arburola. La capacidad y experiencia de del licenciado Arburola permitieron evacuar las dudas de los representantes solidaristas que asistieron al encuentro, quienes plantearon temas muy variados.

Las dudas iban desde, si los representantes patronales en las instituciones públicas tienen derecho a voz en las sesiones de Junta Directiva, hasta cuáles son los criterios por los que un directivo puede ser demandado, con ejemplos de casos recientes, en que miembros de junta directiva de asociaciones del sector privado se encuentran enfrentando causas judiciales.

Y es que aunque una asociación solidarista no quiebra, sí puede solicitarse su liquidación ante malos manejos administrativos y en esos casos, le corresponderá a los miembros de junta directiva responder con sus bienes ante los asociados, en caso que se determine que incumplieron sus funciones permitiendo o avalando que se dieran las situaciones que llevaron a la crisis financiera de la organización. “Cuando la gestión cotidiana de la organización se encuentra diferenciada de las actividades propias de gobierno, la organización asigna su ejecución al personal. No obstante, la Junta Directiva continúa siendo el responsable último del desempeño de la organización y de asegurar que esté bien administrada y opere dentro de las políticas, las normas y el marco de recursos (presupuesto) aprobados por el cuerpo directivo como órgano de gobierno¨, aseveró Arburola. Una de las mayores contribuciones que la junta directiva puede hacer a la organización es considerar cómo adecuar la entidad a las necesidades y oportunidades que presenta el contexto, y determinar acciones que permitan avanzar en el logro de la misión en función de la realidad externa, las capacidades reales de la organización, y su potencial de desarrollo.

A pesar de la enorme cantidad de trabajo cotidiano que enfrenta la organización, la junta directiva debe hacer el esfuerzo de reservar un tiempo para poder concentrarse en el futuro, aún si se trata de una organización pequeña con poca o ninguna ayuda de personal. Esto es imprescindible para comprender mejor el contexto en el que actúa la organización y así poder decidir los cambios y las adaptaciones que permitirán asegurar la supervivencia y su crecimiento en ese contexto. La formulación de un plan estratégico permitirá definir el conjunto de acciones que desarrollará la entidad, integrando los fines y objetivos generales de la organización, las políticas centrales y los principales programas en un conjunto coherente y articulado, poniendo en marcha los cambios que sean necesarios.

LAS RESPONSABILIDADES LEGALES

Las responsabilidades legales principales de las juntas directivas se pueden resumir en “tres deberes”. Deber de cuidado: Los miembros de una junta directiva tienen la obligación de participar activamente en la planificación y toma de decisiones de la organización y de aportar opiniones sensatas y bien informadas. Deber de lealtad: Cuando actúan en nombre de la organización, los miembros de su junta directiva deberán poner los intereses de la organización por encima de sus propios intereses personales o profesionales para así evitar cualquier conflicto de interés.

Deber de obediencia: Los miembros de la junta directiva deberán asegurarse que la organización esté cumpliendo con todos los requisitos legales federales, estatales, y locales aplicables a su tipo de organización y que se mantenga estrechamente dedicada a su misión. Los miembros de la junta deberán evaluar las políticas financieras de la organización, aprobar sus presupuestos anuales, y revisar periódicamente sus informes financieros para asegurarse que la organización posee los recursos necesarios para llevar a cabo su misión y que continúe siendo responsable ante sus asociados.

En el ejercicio de sus cargos, los directores responderán personalmente ante la asamblea general y ante terceros por sus actuaciones a nombre de la asociación, salvo que hayan estado ausentes o hayan hecho constar su disconformidad en el momento mismo de tomarse la resolución. Sus cargos son revocables en cualquier momento. Las resoluciones de la junta directiva que afecten específicamente a un asociado tendrán recurso de revocatoria ante la misma junta directiva, dentro del tercer día, la que resolverá en definitiva en su próxima sesión, a partir de la presentación del recurso. La junta directiva deberá atender con toda amplitud los alegatos que en forma verbal o escrita tenga a bien hacer el afectado.

Será absolutamente nulo todo acuerdo que se adopte con infracción de lo dispuesto en la ley o sus estatutos, que cada asociado debe conocer para poder hacer valer sus derechos ante la junta directiva, ya que en ocasiones, pueden no estar de acuerdo con las acciones que llevan a cabo sus directores. Al finalizar la charla, los asistentes salieron complacidos por la calidad de la misma y muchos incluso desean llevarla a sus propias asociaciones para compartirla con el resto de los asociados, dada la importancia de conocer bien las responsabilidades de quienes ocupen los puestos de dirección de la organización, sea pequeña o grande.